jueves, 3 de diciembre de 2009

La falacia del irrelevante

Kartoffel ya lo dijo en su día. La meneatiqueta es clara al respecto. Y, sin embargo, sigue habiendo quien no lo comprende.

Si nunca se hubiera definido el sentido de los votos en Menéame, sería perfectamente admisible que usuarios tanto nuevos como veteranos limitasen su visión a un concepto prefabricado ajeno a la web, pero ese no es el caso. Día tras día, mes tras mes, año tras año, todavía hay gente que no entiende. Directamente. Y no entienden porque no quieren. Pueden leer, tienen capacidad de comprensión, pero prefieren asumir que la información que les llega del exterior de su mente es errónea.

Señoras, señores, bichos y demás, el voto irrelevante no quiere decir que algo "no tenga importancia".; no quiere decir que alguien "se esté partiendo la caja al leer horribles noticias de asesinatos"; no implica que quien vota "tenga la empatía de una ameba". Solamente indica que Menéame, una web para compartir historias interesantes, no es el lugar apropiado para una absurda crónica negra.

Algo similar sucede con la falacia del voto amarillista: "si existe la categoría de sucesos, ¿por qué hay quien vota negativo todo lo que se envía en ella?". Supongo que si se molestasen en utilizar un par de neuronas (no hacen falta más para descubrirlo), verían que no se vota negativo absolutamente todo lo de esa categoría. Y si también se molestasen en pensar un poco más, podrían ver, perfectamente, la falta de necesidad de enviar cada suceso de cada ciudad de cada país del mundo. "Ah, no, pero es que este es importante porque yo vivo cerca/tengo conocidos ahí/ha sucedido en mi Comunidad/País, etc". Bien, eso lo justifica todo, por supuesto.

Me remito a lo de siempre: Menéame no es una ONG. Si llenamos la portada de muertes, palizas y violaciones, no solo dejará de tener sentido esa web, sino que los miles de usuarios que la siguen se irán a otro sitio y se quedarán aquellos que sienten que su conciencia está mucho más tranquila ahora que han votado positivo una crónica sobre la aparición de un cadáver de una criatura.

"Hay que hacer algo, así que yo aporto mi granito de arena con mi voto". Tu granito de arena intenta convertir esa web en una mierda. Tu voto indica que te parece interesante que se haya matado a alguien. Genial, tus intereses son depravados. Por favor, no los compartas con nosotros.

Bonus: la fábula de los meneos grises

<<Érase que se era una web que servía para hacer llegar a los internautas un montón de historias variadas, anécdotas interesantes, información científica y tecnológica, cultura y diversión. Un día, los señores grises decidieron que eso tenía que terminar, así que comenzaron a bombardearla con historias horrorosas, sucesos, dramatismo, muertes, aniquilación y sufrimiento. Los señores naranjas fueron abandonando el sitio, decepcionados y entristecidos, dejando su hueco a cada vez más señores grises. Sin embargo, llegó un momento en el que, como solo había historias tenebrosas, los grises se pelearon entre ellos porque no todas recibían el mismo número de votos. "Así que no te importa que el vecino de la prima del hermano del mejor amigo de mi abuela se haya caído en el baño"; "eres un capullo, no has votado positivo mi envío sobre el cadáver que se encontró mi sobrina en Fin de Año"; "¿por qué tu meneo sobre la muerte de un alicantino tiene más votos que el mío sobre la muerte de un asturiano?". Y con esto empezó la guerra. Un buen día ya no quedó nadie para leer y enviar toda esa basura, así que los señores naranjas volvieron en silencio, recuperando lo que habían tenido un día y volviendo a darle color a la página.>>

lunes, 2 de noviembre de 2009

Yo también soy llorica

Puedo ser dura, empática, justiciera, cariñosa, castigadora, comprensiva, impasible, emocional, sarcástica, dulce, hiriente, conciliadora, soberbia, paciente o rencorosa, pero está claro que también soy llorica.

  • Lloriqueo cuando veo que a mi alrededor se asientan hordas de analfabetos y tarados.
  • Lloriqueo cuando siento impotencia ante las injusticias que provocan esa falta de seso.
  • Lloriqueo cuando compruebo la hipocresía de individuos incapaces de darse cuenta de los errores tan grandes que cometen.
  • Lloriqueo cuando el sentido del humor se pierde, la ironía se malinterpreta o se utiliza incorrectamente para realizar abusos que hacen que el sentido del humor se pierda y la ironía se malinterprete.
  • Lloriqueo cuando se hace evidente que la gente ya no sabe leer. Ni escribir. Ni argumentar.
  • Lloriqueo cuando siento que necesito atención y lloriqueo más al recibirla por lloriquear.
  • Lloriqueo cuando descubro que soy incapaz de alejarme de todo eso porque hay personas que me atan y por las que estoy dispuesta a lloriquear, patalear y rabiar lo que haga falta.

jueves, 29 de octubre de 2009

Planetas iguales, mundos distintos

Onwme y Yewne eran dos planetas gemelos que nunca se veían las caras. Ambos del mismo color, con la misma masa, compartiendo órbita alrededor de su estrella y, aún así, no habían descubierto la existencia el uno del otro hasta que sus dos civilizaciones se hallaban en un estadio muy avanzado. Un observador externo consideraría que eran iguales y no encontraría modo de diferenciarlos a simple vista. Sin embargo, Onwme y Yewne eran totalmente diferentes.

Los habitantes de Onwme mostraban una extraña longevidad. Su vida transcurría lenta y, aparentemente, apacible. Su aspecto era estilizado, sombrío, grisáceo, como si estuviesen cubiertos por una capa invisible de niebla oscura. Las calles permanecían vacías y monótonas mientras los ciudadanos desempeñaban sus quehaceres diarios. No había diversión, solo desánimo. No obstante, en algunos barrios se podía vislumbrar una sonrisa de vez en cuando, arropada por la tranquilidad y estabilidad del entorno.

Yewne era, una vez atravesada la atmósfera, un mundo de colores y ruido. Las calles siempre se llenaban de yewnianos achaparrados, embotijados y risueños que se movían constantemente de un lado a otro, como si sus pies fuesen acelerados por alguna fuerza oculta. Glotones y despistados, disfrutaban de su corta existencia exprimiéndola al máximo. Vivían 20, 25 años como mucho, aunque algunos rumores hablaban de sacerdotes y nigromantes que habían alcanzado los 30, no sin antes realizar tenebrosos e inmorales sacrificios. Las ciudades nunca permanecían iguales durante mucho tiempo; generación tras generación, se dedicaban a modificar cada edificio, cada nombre y cada vía.

El año en el que, por fin, contactaron ambos planetas, se produjo un flujo continuo de habitantes de uno al otro. Todos estaban deseosos de conocer a sus vecinos, de aprender sus costumbres y, sobre todo, de escapar de sus vidas, monótonas o enloquecedoras. La mayoría de los visitantes decidieron quedarse, experimentando pequeños cambios de adaptación a su nuevo ambiente. Los onwmienses emigrados se encorvaron y sus cinturas se ensancharon; se acostumbraron rápidamente al ritmo de su nuevo hogar y su esperanza de vida se redujo drásticamente. Los yewnianos perdieron peso a los pocos meses de establecerse en Onwme, se tranquilizaron y disfrutaron de un pequeño descanso que sirvió para prolongar su corta existencia.

Sin embargo, algunos de los emigrantes comenzaron a echar de menos su hogar, el exceso o la falta de ruido, la vitalidad o la apacibilidad, el color o la sombra, por lo que regresaron a sus mundos con un montón de historias nuevas que contar y toda una vida, larga o corta, para hacerlo.

lunes, 27 de julio de 2009

Yo, clon

¿Existen clones auténticos en la naturaleza?

Sí.

Un tema tan peliagudo como este podría haber sido resuelto de modo simple con esta pregunta y esta respuesta. Sin embargo, es imposible olvidar el antropocentrismo que nos mueve y nos engloba, así que esta pregunta, obviamente, no se puede resolver con una respuesta tan sencilla.

La clonación humana, ¿es posible?

Depende.

Lo sé, es una respuesta muy gallega, pero ahora mismo es la más adecuada. Depende de qué se entienda por clonación. ¿Clones genéticamente idénticos? Sí, se puede. ¿Clones sensu stricto? No.

¿Qué es un clon?

Hay dos formas de definir un clon, siendo ambas correctas:

  • Individuo o conjunto de individuos genéticamente idénticos a aquél del que proceden.
  • Copia idéntica de un organismo


Estas dos definiciones, tan parecidas, tienen un matiz muy importante que las diferencia en un aspecto concreto. Según la primera, los gemelos monocigóticos univitelinos serían clones, pero si aplicamos la segunda definición, esto no sería así.

¿Por qué los gemelos idénticos no deberían ser considerados clones?

El genoma del cigoto es constante en todas sus células, salvo excepciones puntuales que ya comentaré algún día. Cuanto más tardía sea la división mitótica del mismo para dar lugar a dos individuos independientes, mayor será el parecido de estos; sin embargo, nadie duda que el genoma sigue siendo el mismo aunque la división sea temprana. ¿Por qué estas diferencias tan marcadas, entonces?

La genética no existe sin el ambiente. Considerar ambos conceptos por separado a menudo supone un grave error. Sin ir más lejos, solo pensando en el desarrollo que sufre un embrión ya nos encontramos con un par de efectos que tienen una importancia suprema a la hora de determinar el destino molecular del individuo:

  • Norma de reacción: se trata del patrón de expresión fenotípica según los ambientes en los que se expresa un mismo genotipo. Esto implica que no siempre que se poseen unos genes concretos se va a obtener un fenotipo exactamente igual derivado de esos genes. El útero materno, incluso en el caso del mismo saco placentario, no conforma un ambiente único, puesto que cada embrión se asienta en un punto diferente, con sus respectivas condiciones, por sutiles que sean las variaciones de las mismas.
  • Ruido de desarrollo: son los sucesos aleatorios que tienen lugar durante el desarrollo de un individuo. A medida que un ser humano evoluciona desde cigoto a embrión, y de embrión a feto, se va enfrentando a diferentes sucesos únicos que influyen en un sentido u otro en la expresión génica. La probabilidad de que estos sucesos aleatorios sean exactamente los mismos, incluso en dos criaturas gestadas en el mismo vientre al mismo tiempo, es muy baja.


Estos dos factores son los causantes de que los gemelos no posean las mismas huellas dactilares.

¿Por qué no hemos obtenido hasta ahora clones perfectos?

Hay varias razones. Las principales son las descritas anteriormente: es imposible reproducir el ambiente de gestación de un embrión concreto, a no ser que se haga de manera externa, en condiciones completamente controladas, cosa que todavía no es posible.

Además, a diferencia de los gemelos univitelinos, la clonación de embriones no se hace sobre el mismo óvulo del que procede el individuo original, por lo que las mitocondrias que poseerá este clon no derivarán del mismo conjunto. Esto es especialmente relevante en el caso de ciertas enfermedades, que dependen del porcentaje de mitocondrias sanas/mutadas.

Las mitocondrias se heredan del citoplasma del óvulo que, a su vez, ha sufrido un proceso reduccional (cuello de botella). Esto implica que no todos los óvulos de una misma mujer tienen el mismo porcentaje de tipos mitocondriales, por lo que, por simple probabilidad, alguno de ellos puede tener mayor cantidad de mitocondrias enfermas y otro sanas. Un solo óvulo se encarga de proporcionar todo el conjunto mitocondrial que tendrán las células de un individuo. Cada célula, a su vez, habrá recibido un subconjunto aleatorio de mitocondrias, lo que hará que algunas células/tejidos/órganos no tengan el mismo porcentaje de mitocondrias mutantes que los demás.

Hay otro factor similar y que cada día adquiere mayor relevancia: la epigenética. Describe todos aquellos factores no genéticos que pueden ser heredables o influir en la expresión génica y, como consecuencia, en el desarrollo del individuo. En estos factores se pueden incluir proteínas citoplasmáticas que se distribuyen en diferentes porcentajes entre las células hijas, metilaciones del ADN, impronta genómica, etc.

Un tercer punto también a tener en cuenta es la inactivación del cromosoma X que se produce en las mujeres. Todas las hembras de mamíferos somos mosaicos genéticos, puesto que de manera aleatoria y para compensar la dosis génica, uno de nuestros cromosomas X se inactiva en nuestras células en estadíos tempranos. Esto hace que ciertos tejidos que proceden de una célula con un cromosoma X sano inactivo manifiesten enfermedades para las que un genotipo concreto sería heterocigoto.

Todo esto no se puede reproducir (todavía) en condiciones experimentales, lo que hace que cada persona sea todavía más única.

¿Cómo se crea un clon?

Para generar un clon humano sería necesario utilizar un óvulo anucleado (previamente se le ha retirado el núcleo con una microjeringa), preferiblemente del mismo individuo (en este caso tendría que ser mujer) o de su madre, si queremos incrementar las probabilidades de que los mecanismos epigenéticos que sufrió el ser a clonar y/o las mitocondrias que recibió sean lo más similares posibles. A ese óvulo se le inyectaría el núcleo de una célula adulta del individuo original. Con ciertos estímulos, un óvulo con la dosis génica adecuada (23 pares de cromosomas) ya es capaz de generar un organismo completo sin necesidad de esperma.

Esta metodología, sin embargo, presenta algunos daños colaterales, puesto que los telómeros de los cromosomas adultos están más desgastados tras sucesivas replicaciones y no se corresponderían con la edad adecuada a una célula joven. Además, todos esos procesos pueden haber acumulado pequeños errores (mutaciones) que harían que el ADN final del clon no fuese exactamente igual al del ser originario.


¿Cuál es la mayor controversia respecto a los clones?

En este apartado podríamos hablar de los mil y un horrores que se le pueda ocurrir a cualquiera: modificaciones genéticas para desarrollar soldados hiperdisciplinados, generación de trabajadores dóciles y eficientes, obtención de criaturas monstruosas o angelicales... Sin embargo, esto es, ahora mismo, pura ciencia ficción.

Para empezar, la clonación en sí no lograría estos despropósitos, puesto que primero tendrían que derivar de una muy radicalizada eugenesia. No se podrían obtener miles de clones de un soldado perfecto sin haber conseguido antes a ese soldado perfecto; es más, con todo lo que ya he explicado, queda bastante claro que no se podrían lograr clones exactos de dicho soldado (eso sin olvidar que un bebé tiene que ser gestado en un vientre y su desarrollo todavía no se puede acelerar).

Otra de las teorías de conspiración mundial que tanto han llegado a los oídos de la gente (y al haber mencionado la eugenesia es imposible dejarla de lado) es la creación de un clon idéntico de Hitler (Godwin wins!). Señoras, señores, demás entes... seamos serios. Si no es posible obtener un clon exacto, si no estamos en la misma época, si la situación socioeconómica no es la misma y si hemos aprendido algo de la Historia, ¿de verdad creen que es posible que se repitiese el holocausto porque un par de fanatiquillos creyesen que han reproducido al mismísimo Führer?

Ya para terminar con esta aburrida disertación sobre clones y monstruitos, podríamos intentar imaginar un futuro dominado por copias idénticas, mejoradas gracias a avanzadas tecnologías que todavía no existen, con división de roles según el genotipo o, quizá tras varias revoluciones y reivindicaciones o, incluso, desastres genético-sociales, un único genotipo dominante, maravilloso, adaptado a cualquier condición, puramente endogámico...

... que sufriría una extinción masiva en el momento en el que cambiasen las condiciones de nuestro pequeño planeta.

La fantasía y la imaginación son las que hacen posible la investigación; la realidad es la que hace posible la ciencia.

martes, 23 de junio de 2009

Desmitificando a Adama

Battlestar Galactica es una serie con la que disfruté muchísimo: agradable ciencia ficción utilizada como marco para narrar una historia que se repite en el tiempo, la lucha por la supervivencia. Exceptuando capítulos puntuales, logró mantener el ritmo durante cuatro temporadas y terminó de un modo bastante satisfactorio, aunque no haya sido el final deseado por muchos fans y a pesar de haberse dejado bastantes cosas sin explicar.

Sin embargo, es su carácter ficticio la razón de que me haya gustado. ¿Tendría la misma opinión si no fuese una serie fantástica? ¿Apoyaría la realidad que presentan? La respuesta es no. Durante todos sus capítulos han ido tocando distintos temas cuya resolución me pareció correcta en el guión, pero que jamás habría aceptado si no se tratase nada más que de una invención con la que entretenerme.

A partir de aquí, no recomiendo que lea nadie que no haya visto todos los episodios, puesto que contiene spoilers.

Tiranía

¿Quién no aplaude a William Adama cuando toma una decisión a expensas del gobierno? ¿Quién no adora que tome el mando, con su sabiduría y experiencia, y se haga cargo de cualquier situación? Es Adama, es un hombre honesto y leal, nadie dudaría de su capacidad... pero aquí estamos todos, alegrándonos de que las decisiones de una persona con poder venzan a la democracia.

Aborto

Una de las cosas que me llamó la atención fue lo poco que duró la mención a este tema como un ejemplo de libertad. En un episodio concreto, de repente se prohibía el aborto por decisión propia y solo se permitía en casos extremos. ¿La razón? Hay que salvar a la especie humana, necesitamos niños. ¿Seríamos capaces de restringir nuestras propias libertades para mantener una sociedad que nos las quita?

Pena de muerte

Otro tema peliagudo que la serie trata con tranquilidad; todos vitoreamos cuando por fin matan a los dos grandes traidores, tirándolos por la escotilla. Nadie lo duda: son malos, merecen la muerte. Por supuesto, todo esto en el marco de la ficción anteriormente mencionada. Si nos paramos a reflexionar sobre este tema, deberíamos escandalizarnos por nuestra propia aceptación de algo con lo que, realmente, no estamos para nada de acuerdo.

Odio interracial

Los cylons son malos. Son el enemigo. Unos nos atacaron, entonces está claro que, por definición, todos son malos. Es prácticamente la misma generalización que se hace con numerosos sectores en la vida real, aunque aquí no dudamos de su maldad hasta que nos muestran lo contrario. Suerte que lo hacen pronto.

Exculpación del terrorismo

Uno de los personajes que adquiere una posición política ventajosa es un ex-terrorista que se dedicaba a poner bombas y matar inocentes. Aquí, sin embargo, creo que el público de la serie no estaba, en general, conforme. Todos deseábamos deshacernos de él y yo, personalmente, jamás entendí cómo pudieron aceptar que ejerciese semejante papel.

Religión

Este es, probablemente, el tema más recurrente y controvertido de toda la serie. Auténticos desvaríos enfermizos con visiones celestiales y enviados del auténtico dios, y no de los dioses de Kobol. El último episodio, concretamente, me resultó bastante decepcionante en este aspecto. ¿Gaius Baltar es un ángel? ¿La persona más miserable, egoísta y ambiciosa que han llegado a mostrar es el enviado que conduce a la humanidad a su salvación? Habría aceptado que simplemente fuese un sinvergüenza sin escrúpulos, capaz de vender a su madre por pipas, y que se librase de sufrir castigo alguno por ser un superviviente nato. Es indescriptible lo surrealista que resulta ver que el mensaje divino se puede resumir en: "pisa a todos los demás seres en tu camino para llegar a donde deseas, puesto que así alcanzarás la salvación eterna". ¿Y Kara? ¿Era otro ángel? ¿Una aparición? ¿Un fantasma? ¿Una alucinación? Podrían haberle sacado tanto partido a resolver ese misterio... supongo que, al final, se quedaron sin ideas.

A pesar de todo esto, no voy a decir que la recomiendo, porque espero que todos los que hayan leído lo anterior ya la hayan visto. No quiero fastidiársela a nadie, por eso he avisado ;) No creo que sea necesario repetir que la he disfrutado mucho. Es una serie de gran calidad, que ha conseguido sorprenderme hasta en su último capítulo. La he vivido con emoción y empatía, y me alegro enormemente de que supiesen terminarla a tiempo, antes de destrozarla como ha pasado con otras.

Un último apunte-spoiler: el que no haya derramado una lagrimita cuando Adama le pone el anillo al cadáver de Roslin, no es humano... es un cylon ;)

lunes, 4 de mayo de 2009

Grandes "berdades berdaderas"

  • A me_meneo lo banearon por hacer microblogging
  • Hass nos llamó borregos a todos y cada uno de los usuarios de Menéame
  • Los admins bajamos el karma manualmente a las noticias que no queremos que lleguen a portada
  • Damos poderes a los special para que editen los titulares que no nos convienen
  • Ah, y los 9 millones de la publi Ricardo nos los reparte en forma de ¡casinos! ¡Y furcias!
Gracias, puntito ;) Y a Sam por recordarnos lo de la pasta xD

jueves, 30 de abril de 2009

Ego

El ego es como una mosquita cojonera que todos tenemos. No solo nos molesta a nosotros cuando se siente en inferioridad, sino que también se dedica a molestar a otros para intentar paliar ese sentimiento negativo, como si fuese expulsada por su portador hacia pobres inocentes que no tienen la culpa de sus complejos.

Hoy (ayer) ha pasado algo que mi mente ya había previsto, en lugar de desconcertarme. En Menéame han baneado a un usuario conocido y ha traído las consecuencias que eran de esperar. Ha habido protestas por todas partes de gente que no sabe qué ha sucedido y que consideran que no se le deben aplicar las mismas normas que al resto. Es irónico que, justo los que piden eso, se quejan de que las normas no se aplican de manera equitativa.

Si nos ponemos en antecedentes, se trata del caso de una persona que entró en la web, se dedicó a enviar masivamente noticias de blogs populares ya conocidos y a conseguir karma. Como los blogs eran buenos, las aportaciones eran buenas, así que le reportó una fama que, merecida o no, se esforzó en mantener. Hasta aquí nada me parece reprochable, si bien es cierto que había varios excesos de envíos de las mismas webs de siempre y jamás aceptó críticas por eso.

Para caer bien entre el resto de la comunidad, se dedicó a votar positivo a todos los que comentasen en sus meneos: os regalo karma, os tengo contentos. No me parece tampoco reprochable, aunque sí pienso que era una metodología con segundas intenciones, pero eso es un pensamiento propio. Las veces que se pasaba (como lo comentado anteriormente de su abuso de fuentes), se le daba un toque como al resto de usuarios, pero reaccionaba de manera muy exagerada, considerando que las normas no debían ser así, no debían ser aplicables para él y siempre riéndose y simulando buen rollo. Era simple hipocresía; fingía estar contento siempre pero cuando algo no le gustaba procuraba darlo a conocer a toda la comunidad para que lo consolasen y arropasen.

Resulta desagradable ver cómo un usuario, un simple nick, que no era absolutamente nada antes de Menéame se dedicó a obtener fama para ahora utilizarla en contra del medio por el que la obtuvo. De hecho, cuando al final se pasó de la raya, después de muchos toques de atención en los que los usuarios no-tan-famosos no repararon, se le aplicaron tajantemente las normas como al resto. ¿El resultado? Oleadas de protestas por lo injusto del asunto. No es un llamamiento a la democracia, lo que están haciendo es seguir a un líder karmático que se ha reído en su cara.

La discusión que se ha generado (porque de debate tiene poco) es sobre las normas y sobre la devolución de su cuenta. Es decir, que pretenden que las normas no se apliquen a un usuario concreto a pesar de habérselas pasado por el forro y, de paso, que se revisen porque no están conformes con ellas. Normas que ese usuario conocía perfectamente desde hace mucho tiempo, que se recuerdan constantemente en cada envío que roza el incumplimiento y que están a disposición de todo el mundo. Esto me hace reflexionar. Siempre que salen meneos sobre las leyes de un país, todo el mundo está de acuerdo con que deben ser acatadas para poder estar en ese país, a pesar de que eso sigue siendo democracia. Para mantener una web sin que se salga de madre, es lógico que haya unas normas, al igual que las hay en cualquier comunidad. Esas normas son públicas y se exige su lectura y aceptación para poder acceder a Menéame, pero varios usuarios protestan por ellas. Si no estaban de acuerdo, ¿cómo pudieron mentir al registrarse? En cualquier otro sitio, eso debería suponer la expulsión automática.

En resumen: me apena que la gente sea utilizada de este modo y que se dejen llevar por una imagen que no es más que una máscara, pero supongo que ellos se lo han buscado al no indagar más allá de la superficie.

Misticismo

Existen, como mínimo, dos versiones de cada cosa. De manera irremediable, tendemos a quedarnos con una de ellas, la más cercana, la que más conocemos, aquella de la que tenemos más datos. Eso, por supuesto, puede llevarnos a errores; la información sesgada nunca es verídica al 100%.

Hay veces, muchas, en las que, además de la información de la que disponemos, nos dejamos llevar por un sexto sentido. Esa intuición que nos ha acompañado durante años y que nos ayuda a tomar decisiones, es la que nos permite ver más allá de la superficie. Nos ayuda a distinguir los matices grises ocultos entre blancos y negros. Nos coge de la mano y nos guía hacia bifurcaciones que desconocíamos; nos protege, nos ayuda y nos ofrece nuevas salidas a encrucijadas.

¿Es algo "paranormal"? ¿Místico? ¿Sobrenatural? Yo creo que no. La intuición podría prepararse en un laboratorio si existiesen los componentes abstractos que la forman. Por ejemplo, en mi opinión, mezclaría lógica y experiencia, así como capacidad de análisis y (fundamental) de observación de detalles. Siguiendo patrones que nuestro propio cerebro genera, podemos inferir sucesos y comportamientos, razonándolos en base a eventos pasados que produjeron las mismas consecuencias. A veces, incluso, podemos ir más allá y extrapolar. La intuición forma parte de esa capacidad magnífica del ser humano (y de otras especies en mayor o menor medida) que es la predicción del futuro.

Y mi instinto me dice que, en un futuro muy cercano, me tocará irme a dormir :D

jueves, 23 de abril de 2009

Loosers y lusers

Hay debates que es mejor no comenzar. Discusiones, siendo más correctos. No es una cuestión de perder o ganar, sino de la futilidad del asunto. Pongámonos en situación:

Individua A (IA) decide que necesita un ordenador nuevo. ¿Razón? A veces no le enciende bien. Individua Pringada 1 (IP1), uséase, yo, le dice que probablemente sea la fuente de alimentación (sin tener ni guarra del tema, pero por la experiencia acumulada previamente). IA decide comprarse un ordenador nuevo ignorando el tema. Por supuesto, lo paga el Departamento (1000 euros de PC superpotente para "mover unas fotos" que no le daban problemas en el PC anterior). Total, paga el estado.

IP1 decide dar el visto bueno a cada pregunta que le hacen, puesto que ha descubierto que es el mejor método, así no le rompen la cabeza.

El nuevo PC llega al Departamento. Lo trae un pobre Individuo Pringado 2 (IP2). IA le dice que le deje el nuevo PC tal cual estaba el anterior (es decir, con todos los archivos volcados, todos los programas instalados, las configuraciones guardadas, etc). IP2 refunfuña, pero lo hace (supongo que por miedo a que le obligasen a llevar el ordenador de vuelta y perder la venta). Lógicamente, hay cosas que no puede terminar y se tiene que ir, así que le dice a IA que ya se pasará en otro momento. IA exige que venga pronto para que haga cosas como instalarle la impresora. IP2 se va.

Al día siguiente, IP1 observa el panorama. El nuevo PC da los mismos errores que el anterior (lógicamente, está tal cual estaba el otro), excepto problemas de encendido (porque tiene una fuente de alimentación nueva, claro). Además, hace cosas como hibernarse, algo muy complicado de arreglar, por lo que IA llama a IP2 para que venga lo antes posible. IP2 no aparece.

IA, terriblemente furiosa, comienza una diatriba sobre lo irresponsables que son los informáticos y que no saben hacer su trabajo. También argumenta que ya lo ha discutido más veces y que ella no tiene por qué saber usar un ordenador, puesto que un informático tampoco sabe usar una máquina de PCR. IP1, alucinando, no entiende cómo una profesora titular de universidad puede caer en semejante incultura como para confundir informáticos, servicios técnicos e expertos en electrónica entre sí; además, IP1 tampoco comprende cómo una persona con estudios utiliza de argumento "no necesito saber de eso". IA sigue despotricando.

IP1, a sabiendas de que no debe meterse en la conversación, no se resiste y lo hace. IP1 advierte que el trabajo del IP2 no es obedecer a los designios del comprador, sino traer el PC y comprobar que funciona. IA dice que para eso la avisase antes, que buscaba en otro sitio, que eso se lo tienen que hacer los de la tienda. Para no utilizar lenguaje técnico incomprensible, pone como ejemplo conducir un coche. IA ignora el argumento y repite lo de la máquina de PCR. IP1 insiste en que un informático no tiene que usar una máquina de PCR, pero un titular, un camarero o un científico de la NASA sí tienen que usar ordenadores y qué menos que saber hacer cuatro cosas básicas para no depender de otros. IA dice que no es su medio de trabajo. IP1 le recuerda que necesita trabajar con el ordenador. IA argumenta que solo necesita saber darle a las teclas. IP1 la deja por imposible.

Moraleja: lusers habrá siempre. La sociedad debería ignorarlos hasta que se esforzasen por aprender. Yo, por mi parte, contesto a todo que sí, o que no, sin escuchar la pregunta. Creo que lo mejor es dejar que lidien ellos solos.

miércoles, 22 de abril de 2009

Delicias cotidianas

- Que un vecino espere a que llegues al ascensor antes de darle al botón y te ahorre la espera a ti.

- Que dos hileras de coches en paralelo se aparten hacia los laterales de manera simultánea porque se acerca una ambulancia.

- Que alguien se levante en el autobús para ceder el sitio a un ancianito.

- Que un desconocido te de las gracias de forma muy sincera y educada por haberle ayudado en algo.

 
Todos los derechos reservados©