domingo, 20 de julio de 2008

Ciencia y divulgación (I)

Últimamente me fijo mucho en la transmisión del conocimiento científico por parte de los medios de comunicación. No es la primera vez que trato el tema, pero supongo que es necesario ampliarlo un poco.

Mi intención es hablar sobre transgénicos (profundizando un poco más que en la entrada sobre OMGs), clonación, células madre y otros temas de posible interés y actualidad, pero comenzaré con uno que surgió a raíz de un envío a Menéame.

EPIGENÉTICA

La epigenética incluye todas aquellas modificaciones genéticas que no alteran la secuencia genómica, siendo reversibles si es necesario. Está muy afectada por factores externos, aunque hay patrones epigenéticos que dependen de mecanismos intrínsecos, como es el caso de la impronta (herencia epigenética).

A parte de las metilaciones, existe un tipo de proceso epigenético que me resulta especialmente fascinante, puesto que posee un paralelismo con la transmisión mitocondrial. Se trata de la distribución de los factores citoplasmáticos durante las sucesivas divisiones. Estos factores suelen influir en la expresión génica, pero forman parte del citoplasma del ovocito (es decir, proceden de la madre). De un modo similar a las mitocondrias, la distribución de los mismos en las células hijas es azarosa, pudiendo producirse casos donde todos los factores vayan a parar a una única célula y no a las demás.

En el caso de gemelos, podríamos visualizarlo según el esquema de la figura. Un cigoto sufre una división en dos que dará lugar a dos organismos independientes. Al redistribuir su contenido citoplasmático, la mayor parte de un tipo concreto de factores proteicos que determinarán la expresión de ciertos genes permanece en una de las células, mientras que la otra apenas ha llevado consigo un porcentaje perceptible de los mismos. Paralelamente, se puede utilizar el mismo ejemplo con las mitocondrias (heteroplasmia). El resultado es que en estos dos organismos (que poseen el mismo genoma), la expresión génica es muy diferente en aquellos genes que dependen de los factores anteriormente mencionados. Esto hace que ambos individuos puedan manifestar características ligeramente diferentes en algunos casos, o drásticamente opuestas si, por ejemplo, se trata de alguna enfermedad.

Sin embargo, NO se produce modificación genética alguna. Este tema está directamente relacionado con la clonación (y sus mitos), de la que hablaré próximamente.

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